Los aspirantes a presidente y vicepresidente del país por esa coalición de fuerzas progresistas, intentan ser vinculados con organizaciones criminales y la corrupción por parte de la oposición para menguar su apoyo popular de cara a los comicios.
“Más de 20 años gobernando con las mafias y corruptos más poderosos de Colombia y resulta que ahora ellos son la salvación que el país necesita. ¡Vea pues! Están desesperados y encontraron la excusa perfecta para hacer su campaña de odio y mentiras. El cambio es urgente”, escribió en Twitter la senadora Sandra Ramírez.
Por su parte la senadora electa por el Pacto Histórico María José Pizarro, aseguró que la campaña busca enlodar la imagen de Petro, y reafirmó la postura de esa organización política contra la corrupción y la inexistencia de lazos con el paramilitarismo y la mafia.
“Es claro, están asustados, tiemblan porque pierden el poder que han acumulado por 200 años. Van a usar todas las estrategias sucias a su disposición con tal de no permitir un cambio de rumbo para Colombia. Ante eso mucha cabeza fría, no se dejen confundir, vamos a ganar!”, insistió Pizarro en la referida red social.
La víspera, Petro confirmó que su programa de gobierno no prevé amnistiar o indultar a penados por corrupción y otras ilegalidades como asegura la oposición.
En cambio, defendió reforzar el rol del sistema judicial como uno de los poderes del Estado.
Además rechazó la “torpe idea” de lograr la reconciliación social a cambio de la rebaja de penas a corruptos, y denunció las alianzas de estos con opositores políticos.
Márquez también debió pronunciarse públicamente ante la acusación, sin pruebas, del presidente del Senado, Juan Diego Gómez, sobre presuntos vínculos con el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La candidata a la vicepresidencia del país suramericano rechazó la imputación y las tachó de infamias que evidencian “la incapacidad política para proponer el cambio que necesita Colombia”.
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