Según la Secretaría de Seguridad Pública de la división territorial (SSP-SP), tal cifra representa 82 imputaciones diarias y del total 20 mil 232 (33,72 por ciento) fueron amenazas, 12 mil 270 (20,45) delitos contra el honor y 11 mil 670 (19,45) de lesiones intencionadas.
Un informe policial puede contener más de una naturaleza delictiva.
La DDM online fue creada al inicio de la pandemia de Covid-19 (finales de marzo de 2020) para atender las demandas de las féminas en situación de vulnerabilidad.
Tal escenario resultó agravado por el aislamiento social después de la llegada de la enfermedad, con la posibilidad de que los potenciales atacantes estén en casa.
«Más que un servicio rápido, la herramienta garantiza a las víctimas medios para denunciar, enviar pruebas y solicitar medidas de protección contra los agresores en línea», afirmó Jamila Ferrari, coordinadora de las DDM de Sao Paulo.
La plataforma está ubicada dentro de la Comisaría Electrónica, en la que es posible registrar las incidencias desde cualquier dispositivo -móvil o fijo- sin salir de casa.
A través de ella, las víctimas pueden incluso solicitar medidas de protección contra sus agresores.
También, de acuerdo con extractos del SSP-SP, alrededor de 10 mil informes terminaron en medidas cautelares de urgencia dictadas por la Justicia en este periodo.
Una de cada cuatro brasileñas mayores de 16 años enfrentó algún tipo de violencia durante la pandemia, reveló recientemente una investigación del Instituto Datafolha encargada por el Foro Brasileño de Seguridad Pública.
La estadística significa que unos 17 millones de mujeres (24,4 por ciento) sufrió agresión física, psicológica o sexual.
El porcentaje supone una estabilidad respecto a la última encuesta, de 2019, cuando un 27,4 por ciento admitió haber sufrido algún ataque.
Los índices muestran que las del mal llamado sexo débil de hasta 34 años son las que más sufren. Las víctimas de entre 16 y 34 años representan el 63,8 por ciento de todas las agredidas psicológica o físicamente en el país.
En total, 13 millones de mujeres (un 18,6 por ciento del total) fueron víctimas de una ofensa verbal, como un insulto o una humillación.
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