Entre las representaciones de 20 naciones confirmadas a la cita sobresale en titulares y amplios espacios en la prensa local la asistencia del secretario norteamericano de Estado; Antony Blinken, representante de uno de los países de destino de la migración irregular, junto a México y Canadá.
El enviado del más alto nivel de la administración de Joe Biden- cuestionada por medidas unilaterales contra naciones como Cuba que estimulan la migración irregular e insegura- encabeza una comitiva que también integra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien arribó en una avanzada la víspera y ya recorrió centros de atención a migrantes en la oriental provincia de Darién.
Para analistas como Antonio Saldaña, el objetivo real de la visita al Istmo de los dos pesos pesados de la Casa Blanca, es la de alinear el “traspatio” a los designios de la estrategia guerrerista norteamericana, que tiene enfrentadas a dos naciones del viejo continente (Ucrania y Rusia) y está fundamentada en la visión hegemónica y de unipolaridad global, impulsada por el gobierno de Biden.
Una nota oficial de presentación del encuentro, a cargo de la cancillería panameña, vaticina un diálogo para dar seguimiento integral a “los desafíos que genera la migración irregular en el continente», con flujos cada vez más elevados.
Estadísticas del Servicio Nacional de Migración precisan que solo en el primer trimestre de 2022 se trasladaron por la peligrosa selva de Darién, fronteriza con Colombia, en su ruta hacia Estados Unidos, 13 mil 425 personas(el 17 por ciento menores de edad), mientras en 2021 en el mismo lapso, registraron cinco mil 622.
La reunión continental tiene lugar a pocas semanas de que Washington levante las restricciones fronterizas con México, al derogar una norma que permite expulsar de inmediato a los migrantes, conocida como Título 42, lo cual dispararía los flujos a niveles impredecibles, según expertos.
Otros investigadores recuerdan que el polémico asunto centrará la IX Cumbre de las Américas, del 6 al 10 de junio próximo en la ciudad de Los Ángeles, California, por lo que el Istmo acogería ahora apenas la vitrina de declaraciones relacionadas con la cita mayor dentro de poco más de un mes.
Las sesiones a puertas cerradas en Panamá concluirán mañana miércoles con declaraciones a la prensa y adelantaron también recomendaciones, que algunos consideran estarán dirigidas sobre todo a los países de origen y de tránsito de la galopante migración irregular.
Blinken se reunirá además con el presidente de la República, Laurentino Cortizo; y su homóloga Erika Mouynes; y hasta recorrerá el canal de Panamá “para revisar este componente vital del comercio regional e internacional».
También intercambiará con representantes de bancos multilaterales de desarrollo, de instituciones financieras internacionales y de organizaciones no gubernamentales.
Con todos ellos tratará cuestiones de la recuperación económica, la migración, la protección para refugiados, la lucha anticorrupción y el apoyo a la sociedad civil.
La agenda del jefe de la diplomacia estadounidense prevé además una mesa redonda con líderes de la sociedad civil en la región para debatir sobre la transparencia y la lucha anticorrupción.
Ojalá tenga tiempo, como adelantara Mouynes en una reciente gira asiática, para analizar reformas al Tratado de Promoción Comercial entre ambas naciones, que entró en vigencia en octubre de 2012 y que afecta a productores nacionales y al bolsillo del panameño de a pie.
La presencia de Blinken y Mayorkas, la primera de estos en Panamá, es rechazada por movimientos populares como el Frente Nacional en Defensa de los Derechos Económicos y Sociales que anunció una concentración este martes en el Monumento en homenaje a los caídos en la gesta del 9 de enero de 1964, para condenar la llegada de los emisarios de la guerra.
oda/ga