Las SIU la opera la DEA en unos 15 países y los estadounidenses las consideran invaluables para cumplir sus misiones, y aunque son oficiales de esa institución quienes las entrenan, están bajo el control de los gobiernos nacionales.
Según las fuentes, el gobierno de México las desmanteló en 2020 a raíz del diferendo con Washington por la captura en Los Ángeles, a instancias de la DEA, del exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos, alegando connivencia con carteles de la droga.
Esos medios agregan que México notificó formalmente a la DEA en abril del año pasado que la unidad había sido clausurada, según un agente que pidió el anonimato. Una segunda fuente familiarizada con la situación confirmó también el cierre del grupo.
Pero la Secretaría de Seguridad Pública y de Protección Ciudadana de México no respondió a reiteradas solicitudes de comentarios, y la DEA se negó a hablar públicamente de la cuestión.
Otros medios citan a funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México como fuente principal.
Ese equipo de élite, fundado en 1997, fue un conducto para que la DEA compartiera con gobiernos anteriores de México pistas sobre envíos de drogas e indicios obtenidos en suelo estadounidense.
Revelan que la institución habría llevado a integrantes mexicanos de la unidad a sus instalaciones de última generación en Quantico, Virginia, para capacitarlos en técnicas de vigilancia.
Una segunda unidad mexicana de la SIU, operaba dentro de la oficina del Fiscal General de la República e independiente del Gobierno.
López Obrador ya había criticado la injerencia de la DEA en México y limitó su accionar dentro del país, e incluso cuestionó su modus operandi que, según denunció, equivale a pisotear la soberanía mexicana.
La reputación de la SIU ya estaba muy dañada cuando su exjefe Iván Reyes fue detenido en 2017 y se declaró culpable en un tribunal estadounidense de aceptar sobornos para filtrar información a una banda de narcotraficantes.
En los primeros meses de su gobierno, el mandatario suspendió en 2019 la actividad de la Policía Federal, dentro de la cual se encontraba la SIU, para crear una nueva fuerza la Guardia Nacional, y tratar de borrar el estigma oprobioso de aquel cuerpo policiaco considerado el más corrupto de la nación.
El gobierno mexicano despojó en diciembre de 2020 a los agentes extranjeros de la inmunidad diplomática y obligó a funcionarios locales a redactar informes sobre interacciones con oficiales de seguridad del exterior, principalmente la DEA.
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