Con motivo del Día Internacional dedicado a llamar la atención sobre tal fenómeno, la entidad especializada detalló que el 55 por ciento de las víctimas correspondió a niñas y adolescentes del sexo femenino y un 45 por ciento a varones.
La mayoría de los casos, un 37 por ciento, se ubican en la vulnerables franja etaria de seis a 12 años.
Otro dato relevante del informe refiere a los tipos de violencia constadas y tiene al “maltrato emocional” como el más frecuente, con un 37, le sigue la negligencia con un 24, el abuso sexual con un 20, el maltrato físico con un 17 y la explotación sexual con un dos por ciento.
Respecto a las personas que cometen tales actos la mayoría de los casos pertenecen al entorno familiar, los principales agresores son los padres, con un 39 por ciento y en segundo lugar se ubican las madres, con 23 puntos porcentuales.
La directora y coordinadora del Sipiav, María Elena Mizrahi, asoció el aumento de los casos de violencia al “levantamiento paulatino de las medidas de emergencia sanitaria que implicaron el retorno de la presencialidad, que fortaleció la capacidad de detección por parte de los operadores del sistema de respuesta”.
Comentó que si bien siete mil 35 situaciones es un número “fuerte y alto”, no corresponden con las denuncias que pueden ser más.
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