Cerca de 45 mil personas habitan en esta urbe, distante 70 kilómetros al norte de la capital provincial, y que cuenta con una infraestructura que incluye diversas fábricas entre ellas de cemento, además de la termoeléctrica “10 de octubre”, una de las más importantes sincronizada al Sistema Electroenergético Nacional.
Según estadísticas del Ministerio de Salud Pública esta localidad costera resulta una de las tres más afectadas por la incidencia de infecciones respiratorias agudas y asma bronquial, además de los ya sabidos efectos que ha dejado la Covid-19 en el territorio de la mayor de las Antillas.
Refiere el sitio de Cadena Agramonte digital las declaraciones de Susana Borroto, representante en la isla de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entidad que impulsa la iniciativa.
La especialista explicó el alcance de este plan, proyecto que incluye a personal de salud de la parte de Higiene Ambiental y del Instituto de Meteorología.
Aspectos vinculados a la climatología, clínica del ambiente y la medición de los contaminantes ambientales conforman el programa, que tienen financiamiento de la Unión Europea para el Caribe y donde participan 16 naciones de la región.
Asimismo el proyecto cuenta con el respaldo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en conjunto con el Foro del Caribe (Cariforum), subgrupo de la Organización de Estados de África, el Caribe y el Pacífico para el enfrentamiento de los efectos del cambio climático en los pequeños países insulares.
Ante la contaminación propiciadas por la acción fabril , este tipo de proyecto posibilitará en la nación antillana adquirir tecnología de medición de agentes contaminantes del ambiente, así como equipos para conocer mejor las variables climáticas.
Al unísono el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma) prioriza la gestión de la bahía de Nuevitas, espacio crucial para el desarrollo socio-económico del centro-este de Cuba, desde la provincia más extensa del país.
mem/fam