Por medio de un comunicado, la Fuerza de Defensa Nacional aseguró que, para calumniar al Gobierno y crear divisiones en el Ejército, el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) divulgó información falsa acerca de supuestas represiones contra militares tigriños.
La comunicación recordó que “la operación policial de noviembre de 2020 respondió al ataque del Frente contra el Comando Norte, con el propósito de descarrilar las reformas en curso y recuperar el poder a través de la desintegración del país”.
Señaló, además, que el TPLF (por sus siglas en inglés) infiltró soldados que hablaban su idioma en el Comando Norte del Ejército, como parte del plan para agredir a las huestes gubernamentales.
Por eso, explicó, los combatientes de ese estado permanecieron en sus hogares, sin afectaciones a sus salarios, en un intento por evitar enfrentamientos internos y tener éxito en las operaciones para restituir el orden constitucional.
Sin embargo, aclaró, los alistados en Unisfa (por sus siglas en inglés) continuaron trabajando porque no suponían un problema en sus misiones o una amenaza en la batalla contra el Frente, que distribuyó propaganda falsa entre esas fuerzas.
Unos pocos, influenciados por informaciones falsas y racistas, solicitaron asilo por temor a ser arrestados si regresaban, pero no fue la mayoría de los cuatro mil 200 soldados, como se divulgó erróneamente, subrayó el comunicado.
Otros que estaban en Darfur (Sudán) en misión de paz, añadió, tampoco retornaron, mientras que “muchos más volvieron y varios murieron en diferentes combates contra Samri, escuadrón afiliado al Frente con sede en territorio sudanés”.
“Los derechos y beneficios de los soldados obligados a quedarse en sus casas, y de otros miles que regresaron de misiones internacionales, están protegidos y cuando el conflicto concluya, trabajarán otra vez”, aseveró.
Así, la Fuerza de Defensa reaccionó a reportes de que 528 soldados en la misión de paz en Abyei (área entre Sudán y Sudán del Sur) no regresaron a Etiopía.
De acuerdo con dispares informaciones, temen por sus seguridades, por lo cual pidieron protección en Sudán, cuyas autoridades reciben asistencia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, para proceder de manera adecuada.
Varias veces desde noviembre de 2020, grupos defensores de los derechos humanos acusaron a las autoridades federales de realizar limpieza étnica en el eEército, y siempre el Gobierno respondió con notificaciones de rechazo.
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