Según el acta procesal del acusado, a la que tuvo acceso ese medio de comunicación ruso, Saray realizaba su actividad delictiva de forma sistemática, remunerada y en conexión constante con sus cómplices.
El colombiano, que tiene ciudadanía rusa y un visado válido de Estados Unidos, viajó fuera de este país en varias ocasiones, incluso poco antes de que fuera detectado cometiendo el delito.
Declaró que las personas vinculadas en el crimen son residentes permanentes en el extranjero.
La investigación arrojó que entre el 9 y el 18 de marzo Saray, bajo las órdenes de personas fuera de Rusia, preparó y luego colocó de forma encubierta dispositivos móviles en un centro comercial de Moscú.
Estos equipos fueron utilizados para difundir de forma masiva a los abonados de los proveedores de servicios de telecomunicaciones rusos noticias falsas sobre las acciones de las Fuerzas Armadas rusas en Ucrania.
El Comité de Investigación de Rusia inició un caso penal contra el ciudadano colombiano en virtud de un artículo del Código Penal que establece sentencias para tales acciones por violar la Constitución del país. Un tribunal moscovita aprobó su detención hasta el 8 de junio.
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