Mañana 30 de abril es el Día de la Niña y el Niño y con ese motivo están surgiendo a la luz en México advertencias y acusaciones sobre el trabajo infantil, la pérdida de derechos de esa población, en particular el de ser niños y privarlos de esa condición al someterlos a empleos de sobrevivencia y abandonar sus juegos y estudios.
La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), estima que esa alta cantidad de decesos provocó que entre 350 mil y medio millón de niños mexicanos quedaron huérfanos y más de 2,1 millones de personas mayores perdieran su empleo hasta finales de 2021 cuando empezaron a recuperarlos.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la asociación, señala que esos datos explican por qué más niños tuvieron que ingresar a la vida laboral para colaborar en la manutención de la familia.
El Senado de la República admitió en un informe que dos millones de niñas, niños y adolescentes se sumaron a las filas del trabajo infantil debido a la pérdida de empleos de sus padres u orfandad, y a que miles de micro, pequeñas y medianas empresas cerraron a causa de la crisis generada por la pandemia.
Aunque tradicionalmente los niños laboran en el sector agrícola, construcción y el comercio donde son explotados porque se les paga muchísimo menos que a los mayores por un trabajo casi igual, donde más empleos se ha generado de trabajo infantil es en la informalidad, coinciden el Senado y la Anpec.
Gabriela Ruiz Serrano, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, comentó que cuando los infantes se incorporan a un trabajo por una remuneración económica renuncian a sus derechos fundamentales. Estamos frente a un fenómeno que podríamos reconocer como una explotación laboral infantil, advirtió.
En México, señala, 7,0 por ciento de los más de 31,8 millones de niños y adolescentes de entre cinco y 17 años de edad, que equivalen a 2,2 millones, realizan trabajo en condiciones de riesgo y explotación, datos que corroboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su último informe.
La organización Save the Children México cita datos oficiales según los cuales en 2021 cada día siete niñas o adolescentes fueron asesinadas y 37 sufrieron violencia física, esto sin contar los múltiples casos que no son identificados ni denunciados.
Solamente en el primer trimestre de este año, ya prácticamente sin pandemia, las instituciones de seguridad y prevención social registraron 595 homicidios de niñas y niños y un aumento del 83,52 por ciento de reportes de violencia familiar con respecto del año 2015, para un total espeluznante de 233 mil 978 casos.
En cuanto a niñas y adolescentes, la secretaría de seguridad suma la violencia por razones de género, pues se encuentran más vulnerables a vivir agresiones sexuales, inseguridad financiera, abuso emocional, delitos como la explotación sexual y la trata de personas.
La máxima expresión de esta violencia de género se encuentra en los feminicidios, señala Save de Children, donde tan solo en 2021 en promedio se cometieron cada mes nueve asesinatos de menores.
Nancy Ramírez, directora de Incidencia Política de Save the Children México, explicó que el 60 por ciento de las niñas, niños y adolescentes no contaba con acceso a la seguridad social.
Adicionalmente, la niñez migrante también es afectada. Durante 2021 llegaron al país 75 mil 500 niños en situación migratoria irregular y en condiciones de inseguridad.
Estas situaciones no solo violan los derechos de ellos, sino que además no les permiten vivir su niñez a plenitud.
El gobierno hace un enorme esfuerzo mediante el otorgamiento de becas mensuales a esos niños para apoyar a las familias de menores ingresos y las distribuye de manera directa para que les llegue en su totalidad, y aplica planes sociales como el de aprendices de algún oficio por lo cual también reciben remuneraciones.
Pero el drama es grande y muy difícil de solucionar, pero hay una batalla para frenar el problema y tratar de que no siga aumentando.
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