Al presentar un informe anual sobre ese ámbito, valoró de alarmantes los datos contenidos, desde el aumento de las personas privadas de libertad, que “no es un designio malévolo, sino porque hay una serie de temas sociales que el Estado no logra resolver de otra manera”.
De acuerdo con el documento dirigido a la Asamblea Legislativa, del total de fallecimientos, 45 corresponden a muertes violentas en las cárceles, entre 21 homicidios, 18 suicidios y seis accidentales o sin aclarar, y los restantes pertenecen a causas naturales.
Los centros penitenciarios en Uruguay albergan en el presente 14 mil 302 internados, con una densidad de 135 por ciento, por lo cual el país ascendió al octavo puesto mundial por cantidad presos por cada 100 mil habitantes.
P etit señaló falta de otras medidas alternativas a una ejecución penal con excesiva prisión y sanción en condiciones de vida en cárceles que son malas sin frenar la violencia y que requiere medidas.
En su informe expresó que “hay un hilado fino de política social que no está llegando a una cantidad de jóvenes que son arrasados por esa leva del siglo XXI, que son el narcotráfico, el narcomenudeo y la narcocultura”.
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