Según publicó la agencia Angop, la estimación proviene de la Procuraduría General de la República (PGR) y obedece a las diligencias de las autoridades del país y al esfuerzo de los órganos de investigación criminal, en estrecha cooperación con otros Estados y organizaciones policiales y de justicia.
En el plano interno, la labor durante los últimos cuatro años reforzó el combate a la corrupción y, en particular, contra los delitos económicos y financieros, mediante la creación y la puesta en funcionamiento del Servicio Nacional de Recuperación de Activos, consideró el análisis.
Dicha entidad, adscrita a la PGR, emplea equipos multidisciplinarios compuestos por fiscales, agentes del Servicio de Investigación Criminal, peritos del Banco Nacional de Angola y de los ministerios de Finanzas y Justicia y Derechos Humanos, así como de otras instituciones, según las necesidades de cada caso.
El reporte institucional confirmó que hasta el momento fueron recuperados activos financieros y no financieros por un valor cercano a los seis mil millones de dólares. Además, se incautaron o embargaron bienes estimados en alrededor de 12 mil millones de dólares, reseñó Angop.
Las recobraciones, ejemplificó la PGR, incluyen fábricas, edificios de oficinas y apartamentos, villas, hoteles, cadenas de supermercados y otros establecimientos comerciales, vehículos de alta gama, embarcaciones de lujo, material de construcción diverso, participaciones en entidades financieras y empresas rentables.
El rescate respondió a acciones en diferentes provincias de Angola y a trámites en el exterior, a saber, en Portugal, Bermudas, Holanda, Luxemburgo, Mónaco, Reino Unido, Singapur y Suiza, entre otros sitios, preció la fuente.
A modo de aclaración, la PGR señaló que el proceso sigue un protocolo: primero, el Servicio de Recuperación de Activos hace entrega del bien a un fiel depositario del Estado angoleño y, luego, la entidad en cuestión lo remite a la inversión pública, atendiendo a los programas del Ejecutivo.
En una conferencia internacional, celebrada esta semana en Luanda, el ministro de Estado y jefe de la Casa Civil del presidente de la República, Adão de Almeida, consideró que la lucha anticorrupción en Angola acabó con la percepción de impunidad en años recientes y ayudó a mejorar la calidad del gasto público.
Apoyar el enfrentamiento a la corrupción y colaborar para su éxito “no es una opción, es una obligación patriótica”, sentenció.
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