El empeoramiento de la crisis humanitaria en Yemen es una realidad que debemos abordar con urgencia, afirmó Gressly, citado por un comunicado de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Más de 23 millones de personas, o casi las tres cuartas partes de la población de Yemen, ahora necesitan asistencia, tres millones más con respecto al pasado año, subrayó.
OCHA prevé que un récord de 19 millones de personas necesiten asistencia alimentaria en la segunda mitad del año.
Insto a todos los donantes a desembolsar los fondos prometidos de forma rápida, expresó Gressly.
Durante una cumbre internacional celebrada el pasado mes con el fin de recaudar dinero para Yemen se prometieron unos mil 300 millones de dólares.
Sin embargo, se estima que esa cifra es menos de un tercio de los cuatro mil 300 millones necesarios para mantener en 2022 los programas de asistencia de la ONU.
Precisamente, el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) lamentó la pasada semana la insuficiente ayuda financiera internacional a Yemen.
Desde principios de año, la falta de dinero nos obligó a reducir las intervenciones de protección y salud reproductiva que salvan numerosas vidas aquí, destacó el organismo en un comunicado.
Alertó que 23,4 millones de yemenitas, el 75 por ciento de la población, requerirá algún tipo de asistencia humanitaria en 2022.
Más de 4,3 millones de personas fueron desplazadas de sus hogares, la economía se derrumbó al igual que el sistema de salud, detalló esa institución de la ONU.
La guerra comenzó en 2014, cuando los rebeldes hutíes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida Saná, la capital.
Al año siguiente una coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo del entonces mandatario Abd Rabbu Mansour Hadi, quien recientemente entregó el poder al nuevo Consejo de Liderazgo Presidencial.
mem/rob