«Molano dijo que no eludiría el control político en el Senado. El martes pasado se aplazó nuestro debate. Hoy se acaba de excusar (…) en rueda de prensa, nos pronunciaremos sobre esta burla», señaló el congresista de oposición.
El ministro debía explicar hoy ante el senado del congreso (bicameral) por qué en operaciones militares en Puerto Leguízamo murieron 11 civiles, presentados después como «narcococaleros», pero se excusó «por encontrarse en asuntos extraordinarios de Seguridad y Defensa en la Orinoquía».
En el debate, la autoridad debía brindar información y responder ante la plenaria sobre las operaciones militares realizadas por el Ejército Nacional y en las cuales fueron víctimas civiles y menores de edad.
El pasado 28 y 29 de marzo, en una zona rural de Puerto Leguízamo, en el departamento de Putumayo, en una operación militar contra las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, murieron 11 personas, entre ellos un menor y una autoridad indígena.
La pasada semana, representantes de la cámara del congreso pidieron que el ministro Molano sea separado de su cargo por su responsabilidad en dicha masacre.
María José Pizarro de la Coalición Decentes, explicó que la operación en Puerto Leguízamo no tuvo en cuenta los principios de distinción, de precaución y de proporcionalidad; se realizaron ataques indiscriminados contra civiles, desaparición forzada, tortura y ejecuciones extrajudiciales.
«Asesinaron a civiles: menores de edad, indígenas, mujeres embarazadas y líderes comunitarios, los hicieron pasar como combatientes, alteraron la posición de los cuerpos, los movieron de lugar y les colocaron armamento», añadió.
Recalcó en defensa de las víctimas, que los militares torturaron, avasallaron y causaron deliberadamente dolor y sufrimientos a la comunidad, manteniéndolos encerrados y en posiciones humillantes e inhumanas en la cancha de fútbol, en medio del sol y sin agua.
Además, violaron el Derecho Internacional Humanitario porque los miembros de la fuerza pública participaron de la operación debieron estar plenamente identificados, con los uniformes propios de las fuerzas militares, puntualizó.
«Dieron órdenes de disparar desde el helicóptero sin tener un objetivo claro, según testimonios de la misma comunidad. Seguir afirmando que la operación fue legítima hace insostenible su permanencia al frente del Ministerio de Defensa», enfatizó.
Molano, en su momento, justificó el accionar de los militares en dicha operación.
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