Explicó en su conferencia de prensa matutina diaria en el Palacio Nacional que es todo lo contrario porque «se busca transformar al INE, no desaparecerlo, y tomar todas las medidas para que no haya fraudes, que se tengan autoridades imparciales en el Instituto y en los tribunales».
Se pueden ahorra 20 mil millones de pesos (mil millones de dólares), que todos los paisanos en el extranjero puedan votar, las elecciones sean libres y limpias, haya democracia y lograr que el pueblo elija y no sean impuestos por el dinero, fraudes y campañas mediáticas, dijo.
Hay mucha desinformación, explicó, porque son muy mentiroso. He escuchado que dicen: yo no estoy favor de la reforma porque quieren desaparecer al INE, y no es cierto. Lo que se busca es fortalecerlo y racionalizarlo con un Consejo de solo siete magistrados y no 11 como hasta ahora.
Además, añadió, se busca que en lugar de que sus integrantes sean impuestos por los partidos con arreglos cupulares, los elija el pueblo, que es el soberano, el que manda.
Aclaró que tampoco desaparece el Tribunal Electoral, solo que sus magistrados también serán elegidos por el pueblo, no por los partidos que hasta ahora se los reparten y por ello actúan a favor de quien los impuso, expresó el presidente.
¿A qué le tienen miedo?, se preguntó. También se cuestionó por qué debe haber tantos diputados, 500, cuando bastan con 300 o menos, e igual sucede con los locales y regidores.
Argumentó que el presupuesto de un gobierno municipal, que de por si es escaso, se queda en el gobierno local, no le llega nada a la gente.
Pueden estar las calles llenas de baches porque el dinero se queda en el ayuntamiento, donde hay algunos que tienen hasta 15 regidores muy bien pagados, pues muchos ganan más que el presidente de la República.
Para eso estamos proponiendo la reforma electoral y considero que esas razones hay que darlas a conocer más para que la gente esté enterada.
Que también sepan, dijo, por qué hay legisladores, como en los casos de la reforma eléctrica y de la nacionalización del litio, que votaron a favor de las empresas extranjeras y desconocieron los intereses de la nación.
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