La ONU señaló que la cuestión de la seguridad en el gremio es preocupante, mientras la prensa desempeña un papel esencial en la sociedad, y tiene la responsabilidad de proporcionar una buena información, permitir un debate libre y abierto sobre el estado de las cosas y los cambios que deberían hacerse.
“En Haití, la inseguridad de los periodistas y la impunidad esperada pueden favorecer la violación de muchos derechos humanos, además de la libertad de expresión y la libertad de prensa, así como fomentar otras formas de criminalidad”, deploró el organismo a propósito del Día Internacional de la Libertad de Prensa.
También instó a los poderes públicos a hacer todo lo posible para prevenir y castigar esos asesinatos, agresiones y amenazas contra los comunicadores.
A inicios de enero, los periodistas Wilguens Louissaint y Amady John Wesley fueron ultimados por bandas armadas que operan en la barriada Laboule 12, al suroeste de la capital, mientras realizaban un reportaje sobre la creciente inseguridad.
Por su parte, Lazarre Maximilien fue baleado aparentemente por la Policía a finales de febrero, cuando cubría una manifestación de empleados textiles que reclamaban aumentos salariales.
En junio de 2021, el reportero Diego Charles fue masacrado junto a una veintena de personas en Delmas, y dos años antes al menos otros dos murieron durante la crisis política del país, y otros fueron agredidos o recibieron amenazas de muerte.
En la mayoría de los casos la Policía anunció la apertura de investigaciones, sin embargo, las autoridades siguen sin ofrecer las conclusiones de las pesquisas.
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