El presidente Carlos Alvarado participó este miércoles en un acto de conmemoración y una siembra simbólica, en la cual familias de San Ramón, en la vecina provincia de Alajuela, honraron a los seres queridos que despidieron por la pandemia, al igual que miles de personas lo harán en sus respectivos países.
Una vez más Costa Rica es ejemplo para el mundo, apuntó Alvarado, y agregó que Healing Trees hace un llamado a unirnos y enviar un mensaje positivo, en medio de tanto dolor que las familias han vivido al perder a sus seres queridos por la Covid-19.
También, indicó, «nos impulsa a forjar las bases de un futuro más sostenible y resiliente para los ciudadanos del mundo y el planeta».
Hoy y mañana acontecerá la siembra de más de cinco millones de árboles en esa cantidad de países, debido a una iniciativa de la Fundación San Ramón Carbono Neutral, cuyo presidente, José Zaglul, señaló que la pandemia llegó sin aviso y nos afectó a todos de diferentes maneras.
Explicó que retó a los sistemas de salud, generó desempleo y desafió el modelo empresarial, pero aún más importante, golpeó los corazones, la forma en que convivimos y la salud mental, dejando huellas profundas en la sociedad y resaltando que nos necesitamos los unos a los otros para avanzar de forma solidaria.
«La pandemia nos ha demostrado cuán frágiles somos, lo mucho que podemos extrañar un abrazo y la importancia de mantenernos unidos», exaltó Zaglul.
Healing Trees, convertido en un movimiento global, superó la meta propuesta y con ella envía el mensaje de que juntos podemos sanar las heridas de esta época tan difícil, mientras hacemos un pequeño aporte al planeta.
Sus promotores aseguran que la iniciativa va más allá de estos dos días de siembra, pues promueve que sean árboles frutales, a los cuales pide cuidar al menos por tres años para que crezcan fuertes en honor a las vidas perdidas por esta pandemia y puedan desarrollarse adecuadamente para dar su aporte al ambiente.
Recuerdan que los árboles ayudan a mitigar el efecto invernadero atrapando el calor, reduciendo los niveles de ozono a nivel del suelo y liberando el oxígeno, mientras su capacidad para absorber el dióxido de carbono los convierte en una herramienta valiosa en la lucha contra el aumento de las temperaturas.
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