Los atentados con coches bomba del jueves en Mazar-e-Sharif mataron al menos a nueve personas e hirieron a otras 13, según representantes locales del gobierno.
Una declaración de ISIS dijo que 30 hazaras, en su mayoría musulmanes chiítas, a quienes ellos consideran herejes, murieron o resultaron heridos en los dos ataques.
La minoría fue objeto de una serie de atentados con bomba la semana pasada, incluido el peor registrado hasta el momento, también en Mazar-e-Sharif.
Ocurrió el 22 de abril, cuando una potente bomba mató a 33 fieles mientras rezaban arrodillados, así como a estudiantes de una escuela religiosa adyacente.
La actividad terrorista de ISIS representa uno de los mayores desafíos del gobierno talibán, que lleva menos de un año con el control del país asiático.
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