El exministro de Ganadería y Agricultura del gobierno de coalición Carlos María Uriarte declaró “inadmisible considerar una actividad deportiva el matar animales, salvo que sean declarados plagas”.
La disposición ejecutiva expresa que “la actividad de caza de especies zoológicas silvestres, debidamente controlada, al fomentar el turismo interno en el medio rural y el turismo internacional, constituye una importante fuente de recursos para el país”.
En cambio el senador Juan Sartorio, por el Partido Nacional del mandatario Luis Lacalle Pou, opinó que lo decretado significa un retroceso y lamentó que no pasara antes por la Comisión del Medio Ambiente de la Cámara Alta.
Por su parte el intendente del departamento de Canelones, Yamandú Orsi, perteneciente al opositor Frente Amplio, manifestó preocupaciones por el permiso de cacería en un kilómetro de los centros poblados y las escuelas, en un territorio caracterizado por la cercanía de los grandes centros urbanos con las zonas rurales.
“No sé bien cuál es la puntería”, ironizó en una comparecencia por la radio, en la que opinó que “fue un error, creo que se les escapó a los tres ministros que firmaron esto para habilitar dicha actividad en un departamento como Canelones” sin consulta previa.
El presidente de la organización Conservación de Especies Nativas del Uruguay (Coendu), Mauricio Álvarez, expresó que “es muy triste que Uruguay vaya a contramano del resto del mundo, donde el turismo ecológico y amigable con el medioambiente avanza y el turismo cinegético retrocede”.
A favor de la medida el integrante de la Asociación Nacional de Cazadores, Pablo Borrazas, comentó que “las especies exóticas como el ciervo axis, el jabalí y la liebre tienen hábitos nocturnos”, por eso pidieron “liberar un poco más la caza nocturna”.
mgt/hr