Les aconsejó observar a sus hijos y fijarse bien si notan síntomas y signos extraños que alerten de un posible mal hepático, entre ellos, ictericia (piel y mucosas amarillas), dolor abdominal, diarrea y vómitos.
Óscar Flores Munguía, especialista en epidemiología y subdelegado médico del Issste en el estado de México, señaló a este medio que no se debe temer, pero sí aplicar medidas de higiene y protección, como “lo que hemos estado haciendo con la Covid-19”.
La secretaría también recomendó lavado de manos con agua y jabón, así como usar alcohol en gel antes y después de preparar alimentos, entre otras medidas.
Luego de que la Organización Mundial de la Salud lanzó en abril una alerta epidemiológica por casos de hepatitis aguda grave de etiología desconocida, Munguía hizo hincapié en la vigilancia epidemiológica.
“Hay que esperar la información para saber la causa directa y el mecanismo de transmisión para que podamos ejercer medidas específicas de control”.
Expertos de diferentes países señalan que la hepatitis es una inflamación del hígado que genera una elevación de las proteínas transaminasas en la sangre.
Las causas pueden ser múltiples. Además de los virus a, b, c, d y e, enfatizó Flores Munguía, se cuenta el adenovirus, que está siendo estudiado como posible causa de la hepatitis aguda grave.
Ese agente infeccioso “no tan comúnmente produce esta enfermedad”. El adenovirus así como los otros virus que la desatan, “en algunos casos pueden presentar cuadros graves que llegan a insuficiencia hepática”.
En un comunicado, la Organización Panamericana de la Salud detalla que manifestaciones clínicas de los casos identificados corresponden a una hepatitis aguda con transaminasas elevadas.
La mayoría de los casos presentaron ictericia, además de signos y síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, diarrea y vómitos.
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