Esas sanciones significarían un problema para nosotros, dijo Szijjártó ante la Asamblea Nacional (parlamento). Las palabras del canciller húngaro aluden a un nuevo paquete de sanciones que la Unión Europea (UE) pretende imponer al gigante eslavo tras la operación militar especial que emprendió en Ucrania a petición de los gobiernos de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, bajo asedio de Kiev desde hace ocho años.
Frente a la nueva propuesta comunitaria el ejecutivo de Budapest demandó garantías para un abastecimiento energético alternativo y seguro antes de prescindir del crudo ruso.
Hasta que no exista solución al problema húngaro, nuestro Gobierno no votará a favor del paquete de sanciones de Bruselas, señaló el jefe de la diplomacia húngara quien alertó sobre la escalada en los precios de los combustibles que sobrevendría a un corte de los flujos de petróleo ruso.
Hungría importa de ese país el 65 por ciento del crudo y el 85 por ciento del gas que consume por lo que Szijjártó insistió en que el embargo energético «sería como una bomba atómica» para la economía nacional. La víspera los países de la UE no lograron consenso para prohibir las importaciones de petróleo desde el gigante eslavo por las dificultades planteadas para algunos socios como Eslovaquia, República Checa y esta nación, dependientes en gran medida de los hidrocarburos que provee Moscú.
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