Investigadores del Departamento de Geografía de la Universidad Humboldt de Berlín y el Instituto de la Tierra y la Vida de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, arribaron a esa conclusión tras analizar los patrones espaciales y temporales de deforestación en más de 18 millones de kilómetros cuadrados de esos ecosistemas.
Con la ayuda de series temporales de imágenes satelitales de alta resolución evaluaron la desaparición de bosques en el período de 2000 a 2020.
Asimismo, alertaron, un tercio de los remanentes, o sea, aquellos que permanecen después de sufrir alteraciones, están amenazados pues se encuentran en las denominadas áreas fronterizas donde la despoblación forestal avanza rápidamente.
«La principal innovación de nuestro estudio es que desarrollamos una metodología que va más allá de señalar la deforestación», explicó en un comunicado Tobias Kuemmerle, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad Humboldt.
Ahora, afirmó, es posible detectar y mapear en detalle dónde se aceleran las pérdidas, en los sitios en los que se ralentiza, y si esto genera paisajes fragmentados o la desaparición completa de los bosques.
De acuerdo con los hallazgos, muchos focos de deforestación se concentran en América del Sur, como el Gran Chaco en Argentina, Paraguay y Bolivia, o el Cerrado en Brasil, así como en Asia, como los bosques secos de Camboya, Laos y Vietnam.
En África, en cambio, estos ecosistemas todavía están comparativamente menos perturbados, pero sobre muchos de ellos, a partir de épocas recientes, se cierne el peligro de la desertificación, advirtieron.
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