De acuerdo con un informe oficial, de enero a abril últimos, la peligrosa ruta de la jungla la utilizaron 19 mil 94 migrantes irregulares, cuando en el mismo lapso de 2021, lo hicieron 11 mil 487, lo cual habla del auge de ese fenómeno.
El tema fue uno de los ejes este miércoles del denominado Foro Examen de la Migración Internacional, en esta capital, con la participación de autoridades gubernamentales, de la cancillería, organismos internacionales y de la sociedad civil.
Según precisaron, esta cita- que incluyó informes de unas seis mesas de trabajo- es preparatoria de una Cumbre a finales de este mes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que tendrá lugar en Nueva York, Estados Unidos.
El intercambio, encabezado por el viceministro de Seguridad, Ivor Pitti; y la vicecanciller, Marta Gordón, contó con una ponencia central a cargo del Oficial de Programas y Proyectos de la OIM, Gonzalo Medina.
En abril pasado, precisamente un informe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la OIM, difundido en esta capital, señaló que el flujo viene creciendo luego que Washington anunciara que el próximo 23 de mayo levantará una norma que permitía la expulsión de los indocumentados que llegaban a la frontera, bajo el pretexto de la Covid-19.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) publicaron un aviso donde informan que desde esa fecha dejará de aplicarse el polémico Título 42, al no considerarlo necesario por más tiempo.
Al respecto, Acnur y OIM alertaron que solo en los dos primeros meses de este año la cifra de migrantes se ha triplicado en relación con similar etapa precedente, de dos mil 298 a ocho mil 456; y de ellos mil 367 niños y adolescentes.
También el Consejo de la Mujer de Centroamérica y República Dominicana (Commca) del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) advirtió que las mujeres migrantes enfrentan la discriminación y el riesgo de ser el principal objeto de violaciones sexuales, secuestro, prostitución y trata de personas.
Sin embargo, autoridades migratorias del istmo resaltaron en el Foro resumen que el país es pionero en programas de atención médica, alimenticia, laboral y de alojamiento, así como en el acceso a la justicia de los miles de indocumentados que llegan a sus fronteras con Colombia y también con Costa Rica.
Mencionaron también desafíos como consolidar un trabajo multisectorial que involucre a los sectores públicos y privado, así como a la sociedad civil; y el mejoramiento de las condiciones de los centros de tránsito y las comunidades donde están enclavados.
Otro de los retos, apuntaron, es perfeccionar el enfrentamiento a la trata de personas como delito de lesa humanidad.
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