Con la presencia del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y la sala llena, Steffens estrenó anoche el largometraje en el Teatro Astor Plaza, de Bogotá, donde estuvo también la familia de Petro.
«Llevo casi un año en este propósito. Soy una seguidora de la política de este país y he estado muy atenta a los acontecimientos y, en especial, de Gustavo Petro Urrego», expresó la directora y también actriz.
Aseguró que le llama la atención su vida y pensamiento político, de Petro y por eso le pareció que el país merecía conocer su vida personal.
«Les pedí a él y a Verónica Alcocer que me permitieran entrar con un lente a su casa», comentó Steffens quien destacó la generosidad del candidato presidencial y su familia al abrir las puertas de su vida íntima, espacio que la gente cuida mucho.
«Yo he sido muy celosa de mi vida privada, pero con este trabajo fui muy respetuosa porque lo mío no es el amarillismo ni el ‘rating’. Quería mostrar la parte humana de una persona que le aporta mucho al país», enfatizó.
Steffens reveló el enorme reto que significó rodar este documental en plena campaña electoral, en donde el principal obstáculo es el tiempo.
El documental parte de la infancia de Petro, de su andar por las minas de sal, su gusto por caminar sin un rumbo fijo en las montañas y calles coloniales de Zipaquirá, ciudad en el departamento de Cundinamrca, donde fue forjando su carácter.
Su esposa Verónica Alcocer usó en la presentación una ruana tejida en Sonsón (Antioquia), por mujeres víctimas de la violencia y que integran un proyecto que busca salvaguardar los saberes ancestrales.
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