Estamos listo para la batalla. Tenemos un organigrama enorme con las cosas que tenemos que hacer para lidiar con los abogados izquierdistas, afirmó el gobernante conservador en entrevista que publica este sábado el tabloide Daily Mail.
Según Johnson, los primeros 50 migrantes que serán enviados a centros de procesamiento en Ruanda ya fueron notificados por las autoridades de Inmigración británicas.
El plan anunciado por el gobierno, y que según el primer ministro ayudaría a salvar innumerables vidas, contempla la reubicación en el país africano de las personas que lleguen al Reino Unido de forma ilegal hasta tanto se procesen sus solicitudes de asilo.
Como parte del esquema, Londres aportaría 120 millones de libras esterlinas (127 millones de dólares) para ayudar al gobierno ruandés a cubrir los gastos por la atención a los refugiados.
Más de 160 organizaciones benéficas, humanitarias y religiosas británicas, además de varios diputados opositores y no pocos conservadores exigen al gobierno que dé marcha atrás al proyecto, por considerarlo inhumano.
La mayoría de sus críticos cuestionan además la legalidad, funcionalidad y eficacia del plan ideado por Londres para tratar de frenar la ola de migrantes que cruzan el canal de La Mancha en busca de asilo en el Reino Unido.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) también acusó al gobierno británico de pretender “exportar” sus obligaciones de brindar asilo, y lo instó a desechar la idea.
Quienes huyen de la guerra, los conflictos y las persecuciones merecen compasión y apoyo, no ser tratados como mercancías y enviados a otros países para ser procesados, afirmó en abril pasado la alta representante para Protección Internacional del Acnur, Gillian Triggs.
En sus declaraciones al Daily Mail, Johnson aseguró que está dispuesto incluso a ir en contra de la Convención Europea de Derechos Humanos, de la cual el Reino Unido es signatario, con tal de desestimular el cruce de migrantes a través del canal de La Mancha.
Según datos extraoficiales, el año pasado, más de 28 mil personas llegaron a la costa sur de Inglaterra procedentes en su mayoría del norte de Francia, mientras que este año suman ya alrededor de seis mil.
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