«Depende de muchas cosas. Algunos dijeron que no sería recibido por (mandatario de Estados Unidos, Joe) Biden. Dios mío, me reciben jefes de Estado de todo el mundo», precisó Bolsonaro a reporteros.
Según el exmilitar, el mundo entero quiere hacer negocios con Brasil, «¿sabe por qué?, porque dependen de nuestros alimentos para su seguridad alimentaria», respondió.
El gigante suramericano figura como uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos y ahora tendrá más demandas de sus productos por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Ambas naciones europeas son dos de las principales productoras de alimentos y productos agrícolas a nivel universal.
Rusia también produce enormes cantidades de nutrientes, como potasa y fosfato, ingredientes clave en los fertilizantes que permiten el crecimiento de plantas y cultivos.
De acuerdo con medios periodísticos, aunque Bolsonaro aún no se decide, la cancillería trabaja con el escenario de la participación del gobernante en la cumbre.
Mientras se espera una definición política, el ala diplomática de la administración trabaja en la preparación del viaje que, de concretarse, podría incluir el primer encuentro bilateral entre Bolsonaro y Biden.
Según fuentes diplomáticas, una reunión de alto nivel entre autoridades de los dos países sería positiva, pues daría peso y relevancia a Estados Unidos, que recibe fuertes críticas por determinar unilateralmente no invitar al foro a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Una Cumbre de las Américas excluyente amenaza con descarrilarse y eliminaría la mejor oportunidad para Washington de desplegar una política integral para el hemisferio occidental, alertan expertos.
En un reciente artículo de opinión publicado en el diario The Hill, Ryan C. Berg, investigador principal del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, y Daniel F. Runde, también de esa institución, señalan que el evento corría el riesgo de convertirse en un asunto somnífero.
No obstante, tras las decisiones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y de posiblemente Bolsonaro, de quedarse en casa, el Gobierno de Biden hace un esfuerzo por salvar el encuentro.
Sin los dos países y economías más grandes de la región, la Cumbre de las Américas está descarrilando, subrayaron los estudiosos.
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