La jornada dominical marcará la tercera y última etapa en el proceso de elecciones tras el voto de la diáspora en 58 países (6 y 8 de mayo) y el sufragio de los empleados electorales (12 mayo).
El país con costas al mar Mediterráneo convocó a los comicios en diciembre pasado después del estallido social en otoño de 2019 y la explosión en el Puerto de Beirut que ocasionó en agosto de 2020 más de 200 muertos.
Un total de 718 candidatos en 103 listas electorales competirán por la unicameral legislatura de 128 escaños que está dividida a partes iguales entre cristianos y musulmanes.
En esta cifra de contendientes aparecen 118 mujeres, siete más que en relación a las presentadas hace cuatro años (111).
Equipos de Observadores de la Unión Europea, la Liga Árabe y la Asociación Libanesa para las Elecciones Democráticas evaluarán el proceso de votación a lo largo de las ocho gobernaciones y 25 distritos del país.
Movimientos tradicionales como la Corriente Patriótica Libre, las Fuerzas Libanesas, la dupla Amal-Hizbulah y los partidos Nacional Liberal y Socialista Progresista aparecen entre los principales contendientes a obtener el voto de los libaneses.
La nación de los cedros reconoce 18 confesiones de fe y de acuerdo con la Constitución el presidente de la República tiene que ser cristiano maronita; el primer ministro, musulmán sunita; y el jefe del Parlamento, musulmán chiita, y así sucesivamente con otras religiones.
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