Ambas autoridades libanesas insistieron en el deber ciudadano de refrendar su derecho constitucional y aclararon que no se puede ser imparcial en los comicios, pues constituye la oportunidad de monitorear el trabajo de los diputados, distinguir y elegir.
El jefe del gabinete Maqati destacó los esfuerzos de jueces, funcionarios y aparatos de seguridad para realizar los comicios y deseó que los próximos días traigan esperanza y bondad a Líbano.
Desde las 07:00, hora local, abrieron los colegios electorales en las ocho gobernaciones y 25 distritos de toda la nación en medio de estrictas medidas de seguridad por parte del Ejército y las Fuerzas de Seguridad Interna.
Un total de 718 candidatos en 103 listas electorales competirán por la unicameral legislatura de 128 escaños que está dividida a partes iguales entre cristianos y musulmanes.
Equipos de Observadores de la Unión Europea, la Liga Árabe y la Asociación Libanesa para las Elecciones Democráticas evalúan el proceso de votación en el país.
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Líbano convocó a los comicios en diciembre pasado después del estallido social en otoño de 2019 y la explosión en el Puerto de Beirut que ocasionó en agosto de 2020 más de 200 muertos.
Cerca de cuatro millones de libaneses aparecen inscritos en el padrón electoral y muchos de los conocedores de la situación en la región presagian alto número de abstenciones debido a la desconfianza en un gobierno capaz de impulsar la recuperación económica.
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