De acuerdo con la publicación The Hill, los preparados para lactantes empezaron a desaparecer de las estanterías de las tiendas debido a problemas en la cadena de suministro y a una retirada masiva de los productos fabricados por una de las principales empresas, Abbott Nutrition.
La compañía fue clausurada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), debido a supuestas prácticas inseguras que podrían haber causado la muerte de dos bebés.
Los infantes contrajeron una rara enfermedad bacteriana, aunque no está claro que se contagiaran por la ingesta de alguno de los alimentos de la entidad.
De acuerdo con The Hill, los legisladores se han apresurado a investigar el asunto mientras la FDA y Abbott Nutrition trabajan para que la leche de fórmula vuelva rápidamente a los estantes.
Después de someterse a un intenso escrutinio, la empresa dice haber llegado a un acuerdo para volver a echar a andar la fábrica.
Abbot Nutrition, emplazada en Michigan, ha estado cerrada durante tres meses después de que la FDA encontrara cinco cepas diferentes de la bacteria Cronobacter, aunque son diferentes a las que afectaron a las dos víctimas.
Este lunes, la compañía aseguró haber llegado a un acuerdo con la FDA para que la fábrica pueda empezar a producir leche de fórmula infantil siempre que cumpla los principios de sanidad e inocuidad de los alimentos, pero antes la decisión debe ser aprobada por la justicia.
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