Al presentar un informe sobre el periodo 2014-2020, la entidad destacó que esa cifra es la más alta de la historia del Estado como resultado de la inestabilidad y la falta de una autoridad financiera unificada. Resaltó que la exposición de la economía libia es alta debido a la dependencia del comercio exterior, de la importación de la mayor parte de sus necesidades y de la exportación de solo un producto, el petróleo.
La Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (Escwa, por sus siglas en inglés) reveló en octubre de 2021 que Libia perdió más de 173 mil millones de dólares como consecuencia de la guerra que azota a ese país desde 2011.
Si el conflicto continúa, la cifra podría aumentar en otros 137 mil de millones de dólares en los próximos cuatros años, precisó entonces Escwa en un informe.
Tras un año de relativa calma, el temor a un nuevo brote de violencia aumentó desde principios de febrero, cuando el legislativo nombró a Fathi Bashagha como primer ministro interino en sustitución de Abdel Hamid Dbeibeh, quien rechaza entregar el poder antes de la celebración de elecciones.
La disputa entre Dbeibeh y Bashagha tiene como telón de fondo las diferencias entre el este y el oeste libio, que amenaza con ampliarse por la existencia de dos Gobiernos paralelos.
Esta nación vive una espiral de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre ellos, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.
oda/rob