De acuerdo con el diario The New York Times, la postura del partido que se identifica con el color rojo (R) frustra a sus partidarios, quienes opinan que es necesario tomar medidas severas tras la masacre, que ocurrió el pasado sábado y tuvo motivaciones raciales.
Aunque los republicanos se han apresurado a denunciar el tiroteo, en el que murieron 10 personas y tres resultaron heridas, los miembros del partido y su liderazgo también contrarrestaron los crecientes llamamientos a la reforma de las armas respaldados por los demócratas.
«No me parece que sea útil perseguir a los ciudadanos respetuosos de la ley y nuestros derechos de la Segunda Enmienda, así que voy a seguir manteniendo esa posición», dijo el martes el senador John Barrasso (R. de Wyoming), miembro de la dirección del bando rojo.
Escuché a un afrodescendiente de Buffalo decir en la televisión que las armas no matan, sino la gente. Entonces, ¿qué conseguiremos con controlarlas?, agregó el senador Chuck Grassley (R. de Iowa).
Los comentarios demuestran que sería casi imposible alcanzar una reforma en el Senado, dividido en partes iguales, donde el Partido Demócrata necesitaría el apoyo de todos sus miembros, y de al menos 10 republicanos, para aprobar una legislación que regule el uso de esos artefactos.
El tiroteo del sábado en un supermercado en Buffalo, ubicado en una comunidad integrada mayormente por personas negras, ha sido considerado como el más mortífero de este año en Estados Unidos. Ese día, un hombre blanco armado abrió fuego contra la gente que estaba fuera y dentro de la tienda. Once de las 13 víctimas fueron identificadas como afrodescendientes.
Las autoridades han afirmado que el tiroteo estuvo motivado por el odio racista, después de que se descubriera que el sospechoso, Payton Gendron, de 18 años, había apuntado a la llamada teoría de “el gran reemplazo” en los escritos previos al tiroteo.
La Casa Blanca intensificó la presión sobre el Congreso para que actúe, mientras el presidente Joe Biden abogó por una reforma durante su visita a Buffalo el martes.
«Sé que la tragedia volverá a ocurrir. Pero hay ciertas cosas que podemos hacer. Podemos mantener las armas de asalto fuera de nuestras calles», dijo el gobernante demócrata.
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