De 32 investigados originalmente desde 2019, 10 se acogieron a procesos abreviados en los que admitieron su culpabilidad en los delitos cometidos y otros 13 se beneficiaron de sobreseimientos por insuficientes pruebas que sumar a la convicción de que cometieron faltas graves.
Para los 11 que van a juicio oral, la fiscal Mariana Alfaro pidió entre tres y seis años de penitenciaría por el pago a menores, entre ellas una de 13 años de edad, para realizar actos sexuales y eróticos y en un caso sadomasoquista con utilización de instrumentos de castigos.
Los acomodados clientes retribuyeron en dólares, también con un lugar para dormir y comer durante vínculos temporales y prometían regalos y paseos en barco, viajes en helicópteros y escapadas a Punta del Este.
A sabiendas de que explotaban adolescentes, uno de los acusados creó un grupo de whatsapp denominado “El tío y las sobrinitas” para ofrecerlas como mercancías y arreglar citas en redes de apartamentos, lo que otro lo imitó con el nombre de “Amores”.
También Instagram se utilizó como vehículo de promoción de explotación sexual de menores, de acuerdo con lo publicado en el diario El País y sintetizado en reseñas de canales televisivos.
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