El hospital Bernard Mevs y el Universitario Estatal de Haití (HUEH) anunciaron la interrupción de sus servicios en protesta por el secuestro de la pediatra Bennety Augustin y el doctor Jacques Pierre Pierre, en medio del aumento de estos casos en la capital y otras ciudades del país.
Augustin fue secuestrada el 5 de mayo al sureste de Puerto Príncipe, y sus captores no la liberaron a pesar del pago de un rescate. En consecuencia, la Sociedad Pediátrica de Haití llamó a la huelga de los centros de salud, para presionar al Gobierno a restablecer el clima de seguridad.
Por su parte, Pierre, director médico del HUEH, la mayor institución pública del país, se encuentra retenido desde el martes último. Días antes otro galeno fue secuestrado al dirigirse al hospital Espior.
Para denunciar el fenómeno cientos de personas se manifestaron el martes y miércoles, con un llamado a las autoridades a asumir sus responsabilidades.
Criticaron que a los secuestros se sume la ola de violencia, asesinatos y enfrentamientos entre las pandillas, que hasta la fecha dejaron casi dos centenares de fallecidos, además de nueve mil desplazados internos.
“La violencia armada alcanzó niveles inimaginables e intolerables en Haití”, dijo el martes la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michel Bachelet, y pidió a la comunidad internacional redoblar esfuerzos para impedir que la situación no se vuelva aún más incontrolable.
Según el reporte de la ONU, al menos 92 personas no afiliadas a las pandillas perdieron la vida del 24 de abril hasta el 16 de mayo, mientras 113 resultaron heridas, 12 desaparecieron y 49 fueron secuestradas.
El periodo coincide con la guerra sostenida entre dos poderosas pandillas en el noreste de Puerto Príncipe, que incluso bloqueó el acceso a la capital, mientras que en Cité Soleil crecieron las tensiones entre dos de los grupos armados que operan en la zona.
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