Creada por los franceses Annabelle Mauger y Julien Baron, la exposición recorrió importantes ciudades del orbe como un homenaje a Vicent van Gogh (1853-1890), concebido a partir de tecnologías de avanzada que permiten al público ser parte de sus principales cuadros.
Mediante la técnica denominada imagen total, 200 obras del reconocido artista son proyectadas en formato de gran tamaño en pantallas móviles, el suelo y las paredes del espacio expositivo.
Los visitantes también pueden disfrutar de piezas de la música clásica que acompañan la presentación de las piezas y completan la experiencia sensorial vivida durante una hora.
Argentina es el primer destino sudamericano de dicha iniciativa y, ante la gran aceptación obtenida, su permanencia aquí se extenderá hasta el 20 de junio.
La muestra incluye obras de los dos últimos años de vida de Van Gogh, entre ellas Dormitorio en Arles, Los lirios, La noche estrellada y Los girasoles.
El catalogado como maestro del postimpresionismo desarrolló durante su estadía en Arles, en el sur de Francia, una parte importante de su producción pictórica, donde su trabajo se centra aún más en la experimentación con el color y el otorgamiento a este de un gran protagonismo.
Sin embargo, durante ese período se agudizaron los problemas psicológicos del creador, quien se vio obligado a frecuentar varias instalaciones psiquiátricas.
Poco después, tras trasladarse a la comuna francesa de Auvers-sur-Oise, se disparó en el pecho en julio de 1890.
Su importante papel en la historia universal del arte fue reconocido a mediados del siglo XX, mucho después de su muerte, pero hoy sus cuadros se encuentran entre los más preciados y valiosos del mundo.
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