Nibia Reisch, diputada del PC que impulsa una de las iniciativas junto al presidente de la Cámara Baja, Ope Pasquet, se manifestó partidaria de llegar a un acuerdo con el representante frenteamplista Luis Gallo para sintetizar el articulado de ambas propuestas.
Según el texto que defiende este último, “ante un final inminente, se reconoce el derecho de los individuos a decidir sobre su propio destino y a evitar sufrimientos que entiendan insoportables, según su percepción personal”.
Gallo expuso que “a través de esta ley se establecen garantías concretas para pacientes, médicos y otros actores involucrados en el proceso asistencial, en busca de asegurar la libertad, la dignidad, la ausencia de presiones de cualquier tipo, la claridad e igualdad en los procedimientos y la seguridad jurídica”.
Los promotores uruguayos señalaron que en buena parte del mundo se instaló con fuerza desde hace años el debate sobre el tema y Colombia fue el primer país del continente donde se despenaliza la eutanasia.
Pasquet recordó el caso del gerente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Fernando Sureda, “enfermo de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y ya en fase avanzada del mal, hizo oír públicamente su voz en reclamo de asistencia para morir, antes de pasar por todos los sufrimientos físicos y morales que traería consigo el avance de la enfermedad».
Aseveró que muchas personas en el país prefieren morir a seguir viviendo en la forma que lo hacen, pero necesitan una ayuda que la ley considera delito para poner fin a sus sufrimientos y morir con dignidad.
A quienes por experimentar sufrimientos que les resultan insoportables sin esperanza de alivio duradero, quieren poner fin a su vida, “merece ser considerada y atendida sobre la base de la dignidad y la libertad de la persona”, acotó el legislador.
Las dos bancadas parlamentarias creen que el tema se discutirá en plenarias una vez concluida la Rendición de Cuentas presupuestal, con la posición contraria de las franjas más conservadoras del gubernamental Partido Nacional.
jf/hr