El planteamiento de la organización política surge a raíz del asesinato de cinco hombres en la noche del domingo en el barrio Carraízo, en el sector capitalino de Cupey, considerado la manifestación de “un gran problema social”.
“Esos cinco asesinatos no constituyen un mero asunto policíaco, contrario a la opinión generalizada, sino la terrible manifestación de un grave problema social, económico y político que enfrenta nuestro país desde hace mucho tiempo”, dijo la Dirección Nacional del MINH.
Los presidentes del MINH, Julio A. Muriente y Ángel Rodríguez-León, apuntaron que “los llamados planes anticrimen son una vulgar inutilidad”.
Sostuvieron que, de igual manera, “es equivocado y hasta injusto pretender adjudicarle a la Policía la responsabilidad primaria frente a la violencia y criminalidad que sufrimos todos y todas”.
“El problema real tiene que ver con que Puerto Rico es un punto de peaje de la actividad multimillonaria del narcotráfico que tiene como destino Estados Unidos, donde hay entre 40 y 50 millones de usuarios de drogas ilegales”, establecieron.
Los dirigentes del MINH expresaron que mientras no tengamos control sobre nuestro espacio marítimo, aéreo y terrestre es muy poco lo que Puerto Rico puede hacer.
Apuntaron, la criminalidad está relacionado con el hecho de que el narcotráfico se ha convertido en una actividad económica de primer orden en esta nación del Caribe, en quiebra fiscal, bajo el dominio colonial de Estados Unidos.
Esta “industria”, indicó el MINH, es probablemente una de las principales empleadoras de miles de personas en Puerto Rico, sobre a todo jóvenes, que obtienen su sustento de la venta de la droga ilegal.
“Todo ello está vinculado estrechamente con la crisis económica y social en que vive Puerto Rico desde hace años, que ha contribuido a que el narcotráfico y la violencia que le acompañan se conviertan en el pan nuestro de cada día”, adujeron.
Para los miembros de la Dirección Nacional del MINH, mientras no se transforme de raíz la realidad económica y social que produce desigualdad en esta isla caribeña de 3,2 millones de habitantes, habrá terreno fértil para el narcotráfico, la violencia y la criminalidad.
“Eso nada tiene que ver con un número mayor o menor de policías porque no se trata de un problema policíaco, sino económico, social, político y humano”, sostuvieron Muriente y Rodríguez-León.
Según datos de la Policía de Puerto Rico, en lo que va de año han ocurrido 238 asesinatos, tres más que en 2021 para la misma fecha.
Precisamente, el año pasado se registraron en la isla unos 616 crímenes violentos.
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