En declaraciones a la prensa en las afueras de la Casa Rosada, Fernández instó a trabajar por la paz y a realizar los esfuerzos necesarios para garantizar el bienestar del pueblo.
En este mundo tan convulsionado y dañado, donde la humanidad corre el riesgo de sufrir hambruna, es imprescindible unir fuerzas. No quiero que piensen como yo, solo que sepan que primero está la gente, aseveró.
Asimismo, resaltó la importancia de celebrar los sucesos del 25 de mayo de 1810, que impulsaron el camino de Argentina hacia su independencia del dominio colonial español, declarada el 9 de julio de 1816.
También rememoró que este día de 2003 llegó al poder Kirchner, quien inició un proceso de transformaciones políticas y sociales en este país.
Tras realizar estas declaraciones, el jefe de Estado caminó, acompañado de miembros del Gobierno, hacia la Catedral Metropolitana, donde tuvo lugar el tradicional tedeum, cántico religioso de acción de gracias, realizado cada año para recordar al celebrado hace 212 años.
Durante la ceremonia religiosa, el cardenal Mario Poli señaló que este mes ofrece volver la mirada a las raíces de la identidad como nación, que alcanza en el Día de la Patria su expresión más sublime y ejemplar.
Asimismo, recordó los sucesos de hace más de dos siglos, cuando un grupo de patriotas liderados por Manuel Belgrano, Cornelio Saavedra, Juan José Antonio Castelli y Antonio Luis Beruti, entre otros, destituyeron al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y conformaron el primer gobierno criollo en el Cabildo.
Las fuentes documentales nos ayudan a recrear los acontecimientos desarrollados en aquella época, cuando un puñado de hombres supo escuchar e interpretar una causa justa e iniciar la Revolución que definió la matriz de los ideales que gestaron Argentina, afirmó.
Fue el comienzo de un proceso que, entre luces y sombras, con una enorme cuota de sangre ofrendada por muchos hermanos, llega hasta nuestros días, añadió.
Asimismo, instó a promover la hermandad, el diálogo, la justicia, la paz, los valores y el acervo cultural de Argentina.
Una mañana lluviosa como esta, en 1810, los miembros de la Primera Junta de Gobierno, después de haber jurado sus puestos, se acercaron al espacio sagrado de la Catedral de Buenos Aires y encargaron el canto de un tedeum. Hoy, siguiendo aquel gesto, también recurrimos a esta oración para dar gracias y pedir luz, razón y justicia, indicó.
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