Tal salto de núcleos inscritos en esa ficha supone una subida del 25 por ciento en solo 11 meses por la crisis económica, la inflación y el derrumbe de los ingresos, especialmente en los estratos más humildes de la sociedad.
Según datos del ministerio, aludidos por el portal lula.com.br, el dígito en cuestión corresponde al 52 por ciento del total de 35 millones de familias que están en la base de estadísticas del CadÚnico.
Lo anterior significa que el tamaño real de la pobreza extrema puede ser aún peor, pues la población que sobrevive en la calle aumenta y muchos pudieron perder el acceso a las formas de programar la actualización de los registros, como el teléfono e Internet.
En guarismos absolutos, 47 millones de los más de 83,3 millones de personas registradas en el CadÚnico viven actualmente en situación de extrema pobreza, el 55 por ciento del total.
Otros 8,8 millones figura en escenario de indigencia y representan un 10 por ciento de los inscritos. Algo más de 18,8 millones (22 por ciento) tienen ingresos bajos y otros 11 millones (13) están en la franja con ingresos superiores a la mitad del salario mínimo.
Para el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el panorama actual es una prueba de la incompetencia del gobierno de Jair Bolsonaro.
«El país tiene un alto nivel de desempleo, 19 millones de personas pasan hambre, 116 millones de personas tienen algún tipo de problema de inseguridad alimentaria», denunció el fundador del Partido de los Trabajadores en una entrevista reciente.
Precisó que el flagelo no es un fenómeno de la naturaleza, sino la «falta de vergüenza en la cara de quienes gobiernan este país».
Ahora el CadÚnico responde a aquellos que necesitan solicitar Auxilio Brasil, un programa de entrega de recursos monetarios que sustituyó al exitoso Bolsa Familia y solo se concede a las familias en situación de extrema pobreza.
car/ocs