Boisvert visitó la víspera la sede central de la Administración General de Aduanas, luego que la Unidad de Anticorrupción levantara los sellos que impedían el paso a las oficinas, y recordó a los empleados que la huelga en este sector tiene graves consecuencias para el país.
“Hice una visita a la aduana para pedir la reanudación de las actividades. He pedido a los funcionarios de aduanas que regresen al trabajo ya que la situación que justificó el cierre ha quedado atrás”, dijo a ese medio local.
Bosivert señaló que los barcos no pueden descargar sus mercancías, lo cual es una mala señal para el comercio internacional e interrumpe la cadena de suministros del país.
Se estima que semanalmente por concepto de aduana deben ingresar de 230 a 250 millones de gourdes (de 2,1 a 2,3 millones de dólares), sin embargo, esta institución se encuentra en paro desde el pasado viernes.
Ese día los investigadores de la Unidad de Lucha contra la Corrupción (ULCC) irrumpieron en el recinto, incautaron documentos y aparatos electrónicos, y como resultado se paralizó el sistema de aduanas.
La incursión ocurrió luego de las denuncias contra supuesta corrupción y tráfico de armas que salpicaban al director de la institución Romel Bell, quien desestimó las acusaciones.
El ministro de Hacienda rechazó referirse a la investigación de la ULCC, aunque confirmó que Bell continúa frente a la dirección de aduanas ya que no ha dictado ninguna contraorden. “La decisión recae en el Gobierno que tendrá que examinar la situación”, subrayó.
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