En un comunicado, la CICR detalló que en la misión humanitaria participaron dos representantes de la iglesia católica.
La persona que estaba en manos del ELN fue valorada por el equipo del CICR, que decidió trasladarla a un centro de salud para recibir la atención médica requerida.
Señaló en una nota de prensa, que prestó sus buenos oficios como intermediario neutral e imparcial para facilitar que esta persona pudiera retornar a su familia.
«El propósito de nuestra labor es proteger y asistir, sin discriminación alguna, a quienes se ven afectados por los conflictos armados y la violencia», expresó Jessica Fleurinor, jefa de la oficina del CICR en Quibdó.
Fleurinor agradeció a las partes involucradas por confiar en la labor del CICR y permitirles actuar en este tipo de situaciones.
Asimismo, el organismo reiteró su permanente disposición para participar en operaciones humanitarias que ayuden a mitigar las consecuencias de los conflictos armados y la violencia.
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