En su intervención en el Segmento de Apertura del Diálogo de Políticas de Alto Nivel de la Serie de Diálogos de África 2022, el titular recalcó que el conflicto crea hambre, mientras la crisis climática amplifica esas guerras.
“La inseguridad económica se ve acentuada por la pandemia y por las desigualdades en los recursos asignados para la recuperación. Estos problemas son sistémicos y están cada vez peor”, apuntó sobre la situación en el continente africano.
Durante demasiado tiempo -observó el diplomático portugués- la nutrición, la seguridad alimentaria, los conflictos, el cambio climático, los ecosistemas y la salud se han tratado como cuestiones separadas.
Pero estos desafíos globales están profundamente interconectados y urge abordarlos cuanto antes, indicó el secretario general de la ONU.
Si trabajamos juntos, si anteponemos a las personas y el planeta a las ganancias, podemos transformar los sistemas alimentarios, cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no dejar a nadie atrás, consideró.
Asimismo, Guterres acogió con beneplácito el lanzamiento por parte de la Unión Africana de que el 2022 sea el Año de la Nutrición.
Naciones Unidas y sus entidades seguirán apoyando en temas de asistena en el continente africano, pero la ayuda humanitaria no puede competir con los impulsores sistémicos del hambre, aseveró.
Las conmociones externas agravan aún más la situación, una recuperación desigual de la pandemia de Covid-19 tiene a muchos países en desarrollo al borde del incumplimiento de la deuda, lamentó.
Asimismo, continuó Guterres, la guerra en Ucrania ha llevado a los precios de los alimentos más altos de la historia y los países africanos se encuentran entre los más afectados, especialmente cuando esto se combina con el aumento de las facturas de energía y el acceso limitado a la financiación.
El titular llamó a los africanos construir resiliencia, lo cual requiere también abordar la crisis climática.
“Los agricultores africanos están en la primera línea del calentamiento de nuestro planeta, desde el aumento de las temperaturas hasta las sequías y las inundaciones.”
A juicio de Guterres, África necesita un gran impulso en apoyo técnico y financiero para adaptarse al impacto de la emergencia climática y proporcionar electricidad renovable en todo el continente.
Igualmente, recordó, el 50 por ciento de la financiación climática debe asignarse a la adaptación y las naciones industrializadas deben cumplir con su compromiso de financiamiento de 100 mil millones para los países en desarrollo.
Durante mi reciente viaje a Senegal, Níger y Nigeria, me inspiró la resiliencia y determinación de las personas que conocí, expresó el secretario general de la ONU y destacó el gran potencial quienes viven en África.
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