Por primera vez, la moneda nacional sobrepasó el máximo histórico de 35 mil, luego de que oscilara en la mañana en un rango de 36 mil 700 y 36 mil 800, para acentuar una crisis que sitúa a cuatro de cada cinco libaneses en la pobreza, según Naciones Unidas.
El descenso estrepitoso de la libra comenzó en los últimos 15 días, después de la celebración de las elecciones parlamentarias y esta semana el cambio inició en cifras superiores a los 30 mil.
Durante décadas, el gobierno fijó la libra libanesa en mil 500 con respecto al dólar; sin embargo, desde el estallido social en octubre de 2019 la situación empeoró como consecuencia de la corrupción y la mala gestión, de acuerdo con analistas.
Un informe divulgado a principios de mes por el relator especial de Naciones Unidas sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, Olivier De Schutter, señaló que el Banco Central llevó al Estado libanés a un sistema que protege a los ricos mientras deja a las familias pobres en desamparo.
El documento reflejó que los servicios públicos, incluidos la electricidad, la educación y la atención médica fueron destruidos durante décadas y el despilfarro de la riqueza nacional exacerbó la desigualdad.
Hizbulah (Partido de Dios) responsabilizó a Estados Unidos con la peor crisis financiera y económica en los últimos 150 años de la nación y defiende que la resistencia es popular, política, cultural y social con modelos para salir del mal momento.
En medio de una etapa de transición tras los comicios del pasado 15 de mayo, Líbano prevé elegir el próximo martes al nuevo presidente del Parlamento, en el primer paso hacia la formación del gobierno.
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