La espera por el nombramiento del nuevo presidente del Parlamento y la formación del gobierno implica presiones para el gabinete en funciones ante el aumento del valor de los combustibles, el trigo y los medicamentos.
Esta semana, los transportistas privados, médicos, farmacéuticos y panaderías protagonizaron protestas en busca de aliviar la inestabilidad de la nación; mientras en lo político, continuaban los discursos y las alineaciones para la integración del órgano legislativo.
SECTOR DE LA SALUD BUSCA RESPUESTA
Los Sindicatos de Médicos Libaneses en Beirut y el Norte, así como la sección de Hospitales Privados y el Comité de Propietarios de Farmacias exigieron a las autoridades asegurar sus necesidades ante el ascenso del tipo de cambio de la libra libanesa con respecto al dólar estadounidense.
Una movilización frente al Banco Central rechazó las políticas de la institución financiera al no ofrecer liquidez a los hospitales ni permitirles retirar su dinero.
Desde el domingo anterior, los farmacéuticos alertaron sobre el déficit en las entregas de medicamentos de los importadores, lo que conduciría al agotamiento de las existencias y la amenaza a la seguridad sanitaria de los ciudadanos.
Un comunicado de la oficina de prensa del titular de Salud Pública, Firas Al-Abyad, reconoció la compleja situación en el aseguramiento de las transferencias monetarias para respaldar una gran cantidad de medicamentos costosos, con un monto equivalente a 35 millones de dólares por mes.
EN CAÍDA LA MONEDA NACIONAL
La libra libanesa alcanzó ayer en el mercado informal un valor de 37 mil por cada dólar estadounidense para sobrepasar el máximo histórico de 35 mil, en una devaluación de alrededor del 95 por ciento de su valor.
En consecuencia, el ministro en funciones de Economía, Amin Salam, convocó a una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Política de Precios ante el aumento de los productos básicos debido a la tarifa de cambio.
Igualmente, insistió en la necesidad de acelerar la aprobación del préstamo de 150 millones de dólares por el Banco Mundial para la importación de trigo que cubriría la disponibilidad durante nueve meses.
El incremento de los combustibles originó plantones frente al Ministerio del Interior y el jefe de los sindicatos de transporte terrestre Bassam Tleis llamó a un encuentro para determinar los pasos a seguir ante el incumplimiento gubernamental.
Durante décadas, Líbano fijó la libra libanesa en mil 500 con respecto al dólar; sin embargo, desde el estallido social en octubre de 2019 la situación empeoró como consecuencia de la corrupción y la mala gestión, de acuerdo con analistas.
Un informe divulgado a principios de mes por Naciones Unidas sobre la pobreza extrema y los derechos humanos reflejó que el Banco Central llevó al Estado libanés a un sistema que protege a los ricos mientras deja a las familias pobres en desamparo.
Hizbulah (Partido de Dios) responsabilizó a Estados Unidos con la peor crisis financiera y económica de la nación y defiende que la resistencia es popular, política, cultural y social con modelos para salir del mal momento.
Durante el discurso por el Día de la Resistencia y la Liberación este 25 de mayo, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, recalcó la capacidad del país para avanzar hacia un estado rico a través del petróleo, el gas, la industria y la agricultura.
En medio de una etapa de transición tras los comicios del pasado 15 de mayo, Líbano convocó el martes entrante a los 128 miembros electos al Parlamento a una sesión para nombrar al titular de la institución, en el camino hacia la formación del gobierno.
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