De acuerdo con declaraciones de la experta en viruelas de la entidad sanitaria Rosamund Lewis, resulta poco probable un escenario similar al vivido con la Covid-19 pues se trata de una afección ya conocida y para cuyo control existen herramientas disponibles.
Nuestra experiencia nos dice que no se transmite con tanta facilidad en humanos como en los animales, alegó.
Hasta la fecha, la OMS recibió notificaciones de unos 257 casos confirmados mientras se sospecha de otros 120 en 23 países.
Del total de diagnosticados, apuntó la experta, ninguno tiene relación con viajes a naciones donde este tipo de viruela es endémica, o sea, en África central y occidental, por lo que aún se estudia el origen del brote.
Asimismo, añadió, no se poseen evidencias de que las madres lactantes infectadas porten el virus en la leche, pero existen altas probabilidades de contagio mientras los bebés amamantan debido al estrecho contacto con la piel de sus progenitoras.
Las posibilidades de trasmisión aumentan a través de la boca pues allí se concentran úlceras altamente infecciosas, abundó.
Tras el primer reporte en Reino Unido de un caso de viruela símica o del mono, el pasado 7 de mayo, otros le siguieron en al menos 12 territorios europeos, y en Norteamérica, Australia y Medio Oriente.
También, durante las últimas horas se conocieron de nuevos diagnosticados en América Latina, con pacientes en Argentina y México.
Según divulgaron especialistas de la OMS, el estudio y aislamiento de los casos, así como el rastreo de sus contactos, son por ahora las principales herramientas para combatir la propagación del virus.
El organismo internacional insistió en que el padecimiento todavía puede ser controlado porque el riesgo general de transmisión es bajo.
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