Voltaire sustituyó a Merlan Bellabre quien abandonó el archivo a finales de abril tras cumplirse su mandato y sin tener acceso al expediente físico o a los medios para la investigación, según denunció en la misiva.
Moïse murió baleado en su residencia por un comando armado integrado por exmilitares colombianos que ingresaron sin resistencia a la vivienda, e hirieron a la entonces primera dama Martine Étienne.
Además de Bellabre, los jueces Mathieu Chanlatte y Chavannes Etienne se desvincularon de la pesquisa alegando razones personales, mientras el magistrado Garry Orélien fue sustituido por incumplir los plazos de la investigación y en medio de denuncias de corrupción.
Mientras el caso se encuentra prácticamente paralizado en Haití, las autoridades estadounidenses arrestaron a tres de los principales sospechosos, entre ellos un integrante del comando armado que aparentemente ultimó al mandatario, así como a personas que facilitaron los medios para el magnicidio, entre ellos el exsenador John Joel Joseph.
Moïse fue el quinto presidente asesinado en Haití, un país donde en los últimos 25 años los crímenes de alto perfil no fueron resueltos, según organizaciones de derechos humanos.
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