La jornada laboral de ocho horas y su consigna: ocho horas para trabajar, ocho horas de recreo y ocho horas para dormir costó cárcel, sangre y hasta la vida de obreros y eliminarla es una afrenta política para la clase trabajadora tica, afirma Bussco en un comunicado de prensa sobre el proyecto legal que busca introducir el sistema 4×3.
Esa jornada consiste en trabajar 12 horas diarias cuatro días consecutivos y descansar tres, lo cual abole la jornada de ocho horas, suprime los tres turnos y el pago de tiempo extraordinario, denuncia.
Asegura que los políticos y empresarios neoliberales les quieren arrebatar esa conquista, imponiendo condiciones de explotación y miseria a todos los trabajadores.
Bussco estima que ese proyecto resulta una política criminal y depredadora de los derechos laborales, el uso intensivo de la fuerza de trabajo y una lógica que busca abaratar costos de producción sacrificando los ingresos, la salud ocupacional y el bienestar de los trabajadores y sus familias.
Asimismo, prosigue, frustra oportunidades de superación y movilidad social de quienes trabajan para poder estudiar, condenando a las personas a estancarse y no mejorar sus condiciones económico-sociales.
También, sostiene, provoca mayor desempleo, pues en lugar de contratar tres trabajadores utilizarían dos para cubrir las 24 horas, y asevera que la iniciativa legal resulta inconstitucional porque desmantela el Estado de Derecho.
Precisa que violenta los artículos 58 y 59 de la Constitución Política, en tema de jornadas y descansos, al que -agrega- luego seguirán con la cesantía, las vacaciones y el aguinaldo.
Además, indica que sus impulsores pretenden deslumbrar a las mujeres trabajadoras -50 por ciento de ellas son jefas de hogar, con dobles y triples jornadas- con tres días de descanso, pero -alerta- ello causará un daño irreparable durante el embarazo, la maternidad, la lactancia, el cuido de niños, obligándolas a escoger entre su familia y el trabajo.
Por todo lo anterior, el bloque sindical reitera que la jornada de ocho horas no se negocia ni concilia con el gobierno y la patronal.
«Bussco repudia este proyecto y hace un llamado a las personas trabajadoras y sus organizaciones, para cerrar filas contra este nefasto proyecto. Es hora de organizarnos, confrontar y derrotar estos grupos de poder político empresarial, en defensa de las garantías laborales y sociales del pueblo trabajador», concluye.
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