La alocución del mandatario estuvo centrada en la reactivación económica postpandemia y en la necesidad de transformar sectores de la vida nacional para contribuir a ese fin, en especial la educación, la salud, el mercado laboral, y la defensa de sectores productivos prioritarios, entre otros.
En ese sentido defendió una vez más la implementación del plan Chile Apoya, dirigido a dinamizar la economía interna mediante la inversión de más de tres mil 700 millones de dólares y la creación de medio millón de puestos de trabajo.
La iniciativa ya se implementa, y según el presidente chileno estará operativa durante los próximos 60 días para ayudar a las familias del país a contrarrestar el alza del costo de la vida, el consumo interno y la promoción de nuevos emprendimientos.
Junto a esos estímulos, reiteró el compromiso de su gobierno con la contención del encarecimiento de servicios y productos, como el transporte público y los combustibles.
El primero tendrá tarifas fijas durante el resto del año, y en cuanto a los combustibles será reforzado el mecanismo de estabilización de precios, mientras el de uso doméstico se mantendrá estable con la inyección de fondos provenientes de las arcas del Estado.
Otro punto importante en la intervención del mandatario fue el aumento del salario mínimo, el mayor de las últimas dos décadas, aseguró.
Posible tras un acuerdo catalogado de “histórico” entre el Gobierno, la Central Unitaria de Trabajadores y pequeñas y medianas empresas, el aumento al ingreso mínimo será de 400 mil pesos (unos 484 dólares al cambio actual) y será efectivo a partir de agosto próximo.
También generaron expectativas los cambios propuestos para el sector de la salud, que, según el presidente, responden a la aspiración de una salud pública fuerte, “en la que nadie tenga que esperar años por una operación o una atención digna”.
En consecuencia el ejecutivo chileno propuso la creación de un fondo universal de salud, un plan de resolución de listas de espera quirúrgica, y la construcción de centros comunitarios de salud mental, entre otras iniciativas.
Boric también hizo referencia al polémico tema de la eutanasia, y lo defendió como un derecho de sus compatriotas a una muerte digna.
El gobierno propone la tramitación con carácter urgente de un proyecto de ley, que establece como requisito el consentimiento expreso, libre e informado.
En su discurso ante el Congreso Nacional (parlamento bicameral), el mandatario anunció otras propuestas de alto impacto social como la reeducción de la jornada laboral a 40 horas a la semana.
También la eliminación de las deudas estudiantiles, un plan de fortalecimiento integral de la educación pública, una reforma tributaria y un nuevo pacto social con los pueblo originarios.
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