“La Ley de Protección Ambiental es inflexible con los permisos temporales ambientales, por lo que tratamos de buscar otros medios, todo parece indicar que se criarán para el mercado nacional”, explicó Halonen, de acuerdo con la televisión nacional Yle.
El funcionario argumentó que, con las exportaciones a Rusia paralizadas, es posible que se deban destruir millones de kilos de truchas arcoíris jóvenes, pues criarlos a todos hasta la edad adulta requeriría permisos de impacto ambiental ampliados.
Las actividades de piscicultura en Finlandia requieren un permiso ambiental, que especifica los límites en el volumen de peces que se pueden criar y la cantidad máxima de alimento a emplear para criarlos.
Por su parte, los piscicultores ponen sus esperanzas en la aprobación de una petición al Ministerio de Agricultura y Silvicultura, que pide una flexibilización temporal de las normas para permitirles criar los salmones jóvenes que ya tienen a mano.
En lugar de una solución temporal, los piscicultores que quieran expandir la producción para el mercado interno probablemente tendrán que pasar por el proceso de adquirir nuevos permisos con límites más altos, recogió el medio.
Bajo el pretexto de la guerra en Ucrania, la Unión Europea junto a Estados Unidos y otros países implementa miles de medidas coercitivas de carácter económico, que pretenden restar fuerza a Moscú al atacar todos los sectores con una escalada a niveles nunca vistos.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que las sanciones conducirán al incremento de la inflación, y la crisis económica en la región, afectaciones que sufrirían millones de europeos.
mgt/hml