De acuerdo con un comunicado de la SECO esta prohibición se corresponde con la política de “neutralidad” del país de no suministrar armas y bienes de doble uso a zonas de conflicto.
Sin embargo, Suiza apoyó las acciones coercitivas de la Unión Europea (UE) a Rusia, pues según el criterio del presidente, Ignazio Cassis, “las sanciones aun son compatibles con la imparcialidad, incompatible sería la participación militar”.
Además, hizo suya una lista que contiene cientos de nombres de empresarios rusos, a sabiendas de que “Suiza es un lugar donde muchos hombres de negocios rusos ubican sus fortunas”, dijo.
La neutralidad suiza exige a los países extranjeros que compran armas en el país helvético que pidan permiso para reexportarlas.
En abril se vetó la reexportación de municiones de fabricación suiza utilizada en los tanques antiaéreos que Alemania está enviando a Ucrania.
No obstante, el Gobierno se enfrenta a una creciente presión para que revise su política.
Los partidos de centro, argumentan que las armas se utilizarían para ayudar a defender un país, mientras que los de derecha e izquierda advierten que la neutralidad de Suiza podría verse socavada por la reexportación.
Se espera que el Gobierno discuta la petición alemana de reconsiderar la reexportación de tanques antiaéreos en una de sus próximas reuniones, según la SRF.
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