El ex primer ministro Matteo Renzi, actual líder del partido Italia Viva, señaló que es improbable una masiva asistencia del electorado a las urnas debido a que “se sacaron del campo los argumentos que podrán llevar a la gente a votar”.
Renzi se refirió al hecho de que temas de interés como el derecho a la eutanasia o la legalización del uso de la cannabis no se incluyeron entre las preguntas que se harán a los votantes.
Por su parte Matteo Salvini, otrora ministro del Interior y dirigente de la derechista Liga Norte, criticó lo que considera como “un clima de censura”, debido a que en su criterio la campaña para convocar a los electores ha sido limitada por el actual gobierno, para desestimular el voto.
Salvini señaló además que la decisión de que en los comicios se apliquen medidas para combatir la pandemia de la Covid-19, como el uso obligatorio de mascarillas dentro de los colegios electorales, conspira contra una amplia participación.
Los Ministerios de Interior y Sanidad indicaron en un comunicado conjunto que la aplicación de ese protocolo “es una una justa medida de atención en un momento de encuentro institucional” pues, según apuntan, la variante Ómicron 5 del SARS Cov-2, predominante, es más contagiosa que las anteriores.
El domingo próximo los electores italianos decidirán la derogación de cinco normas, entre ellas una ley sobre la inelegibilidad y caducidad automática de legisladores, representantes gubernamentales, consejeros regionales, alcaldes y administradores locales en caso de condena.
También votarán acerca de la limitación de la prisión preventiva por riesgo de reincidencia, solo a los delitos más graves, así como sobre la separación de funciones de los magistrados y la eliminación de la posibilidad de que puedan cambiar de la función de acusar a la de juzgar y viceversa.
Deberán decidir además sobre el voto de los abogados en los consejos judiciales para la evaluación de los magistrados y acerca de una reforma del Consejo Superior de la Magistratura.
Podrán votar a favor o en contra sobre cada cuestión por separado y, para que sea válida la consulta debe asistir a las urnas más del 50 por ciento de casi 52 millones de personas con derecho al voto en este país.
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