¡Misión cumplida!, exclamó en la carpa principal de la Universidad Nacional autónoma de México (UNAM) donde se realizó la ceremonia, en la cual entregó al cantautor cubano Silvio Rodríguez, una placa de reconocimiento por su larga autoría y le agradeció que cerrara el evento esta noche con un concierto gratis en el Zócalo capitalino.
Batthyány dijo que había llegado el momento del balance de jornadas históricas, de reencuentros tras la pandemia, de debates, propuestas, diálogos magistrales, proyección de películas y presentación de libros, en torno a la consigna aglutinante de las “Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe. Saberes, luchas y transformaciones”.
Recordó que el foro transcurrió desde 34 ejes temáticos escogidos por la propia vida y la dura realidad de nuestra época con tantas dificultades y retos, y que para abordarlos en toda su profundidad y magnitud fueron necesarios habilitar 250 paneles y más 600 mesas de debate en apenas cuatro días de trabajo.
Quiero compartir la alegría de habernos encontrado, luego de todo este tiempo de estar alejados, y lo hacemos en un escenario de lujo: la UNAM, una universidad pública emblemática para quienes hacemos ciencias sociales, dijo Batthyány en sus palabras de despedida.
Agradeció a todos los académicos del continente su esfuerzo para concurrir al evento mayor y más importante de ls ciencias sociales del continente, como es reconocido unánimemente por las universidades de la región y organizaciones científicas y sociales, incluidas de Naciones Unidas.
Dijo que fueron esos 10 mil profesionales de las ciencias sociales, y las autoridades de la UNAM y el gobierno de Ciudad de México, quienes hicieron esto posible, una verdadera fiesta, que demuestra la potencia de la red de Clacso y del pensamiento crítico latinoamericano y caribeño.
Batthyány enumeró los datos finales de la conferencia: El total de inscriptos fue de más de 15 mil personas, de las cuales seis mil fueron dialogantes presenciales y otras seis mil 700 escuchas, además de algunos participantes virtuales.
Previo al concierto de cierre, Batthyány le hizo entrega a Silvio de una placa y un diploma en nombre de Clacso que el cantautor cubano agradeció con simples palabras.
Me sentí muy honrado cuando recibí la invitación. Como ustedes saben, por la pandemia he hecho muy pocas cosas. El año pasado solo hice un viaje fuera de Cuba; en esta ocasión, me animó que sea para Clacso, en México, y es por eso que dije que sí.
oda/lma